jueves, 18 de junio de 2020

Capítulo XLVIII:Algo diferente

  Ayer no me funcionó la llave del garaje y tuve que tomar el bus para ir a trabajar.No hubo problemas con la puntualidad pero sí con el sitio donde me senté en el despacho, abrí el ordenador,saque una copia del recorrido que había que hacer y al levantarme sorpresa, mojadas las posaderas.Maldije a quien hubiera mojado el asiento, pensé en la desinfección de algún limpiador.Me puse la bata y a pasearme despues de haber mostrado la obra maestra a nuestra administrativa.

  Pasado un tiempo vuelvo al despacho y sorpresa,se habia inundado parte de él,caía agua de una lámpara,entendí el problema accidental y me aventuré a recoger el teléfono corporativo que había dejado cargando y tuve que abandonar el lugar tras apagar el ordenador que afortunadamente no se mojó y a buscar otro donde reflejar el trabajo realizado.Para ese momento se había secado el desaguisado que la bata tuvo a bien ocultar y por fortuna no hubo lejia ni productos químicos que estropearan el pantalón.

 Hoy he podido usar una silla diferente al sillón que sigue empapado y al fresco de una ventana abierta,la fuga ha sido arreglada,el ordenador ha funcionado y ha vuelto la normalidad sin más detalles que contar. Me han contado que no es la primera vez que pasa,en una ocasión se mojó el ordenador y tuvieron que pasar dias para que volviera a su ser.Se puede cosiderar un incidente sin consecuencias a excepción de las anécdotas que acabo de referir.

 

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