A Barcelona le ha tocado la china y nunca mejor dicho. China compite por el 5G con EEUU y Europa tiene que definirse por quien apuesta por un lado y por otro la retirada de las multinacionales por la salud de sus empleados y de los visitantes a sus pabellones se lo pusieron imposible a los organizadores y en consecuencia se hizo palpable el escaso poder de Ayuntamiento, Generalitat y Gobierno de España para parar al miedo.
El miedo a las demandas se disparó una vez que LG se retiró y dio pie a la discusión de seguridad si, seguridad no. Hemos perdido todos y quizás algo tuvieron que ver los disturbios callejeros por la sentencia o ha sido casualidad, todo sumó y a ver quienes pagamos la ausencia del evento tan importante para el Gobierno, La Generalitat y Barcelona. En suma hay que cuidar la imagen, la visibilidad no ha sido buena para el mundo ni para los hoteleros, taxistas, hostelería, políticos y hay posiblemente culpables, quienes consintieron y asintieron los desmanes con intereses partidistas tienen la opción de conjurar la Conspiración española, si bien es una opción poco confiamos en el poder de dicha opción ante poderes que nos desbordan por Occidente y Oriente.
