Nuevo estado de alarma con los matices propios de las Autonomías y los partidos complican la gobernabilidad de nuestro País. Ahora vamos al rebufo de Europa donde están contagiándose tanto o más que en España. El Gobierno lo tiene fácil porque a todos nos afecta,a nuestros vecinos de acá y de allá, tomar decisiones es más llevadero sin tantas opiniones enfrentadas o con las mayorias suficientes. ¿Debieron tomarse antes?,una pregunta complicada porque complicada es la política y todo lo que se decida tendrá quien esté de acuerdo y quien manifieste su desacuerdo.
En suma Europa y el mundo y nosotros no sabemos bien por donde tirar, algo hay que hacer y se van haciendo cosas en función de la oportunidad que pueden salir bien,regular o mal. El objetivo es que las cosas vayan bien o regular,con el confinamiento fueron bien, con las prisas han ido mal a pesar de tener más medios pero no los suficientes.
Las decisiones vienen forzadas por la demanda sanitaria, los hospitales tienen más demanda, las UCIs igualmente, la atención primaria sufre, los interesados parecemos ir a nuestro aire, no parecemos fiarnos de los rastreos y siempre queremos más. Los que cuentan casos alarman a los políticos, estos se encuentran atados de manos y cuando las sueltan actuan como mejor saben.
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