A lo mejor nada tiene que ver que el virus se contagie de golpe más y más en Paises diversos, que siguen incomunicados, con el frio, pero parece evidente que algo debe ocurrir con la entrada del otoño como con las castañas, que ya están listas para comerse asadas o cocidas.
Los confinamientos voluntarios e involuntarios se suceden,las alarmas también, cada País sigue su ritmo y hacen lo que les parece más eficiente para un problema de salud que nos perturba más de lo debido y no sabemos muy bien porqué ni como, pero ahí tenemos el tema sin resolver y no va a ser fácil dar con los mecanismos que lo controlen.
Los estudios sobre vacunas siguen su curso y avanzan con algunos peros, pero son una esperanza cuando todo se tuerce y ya se habla de unas Navidades con reuniones por videoconferencia y limitaciones de salidas de las Autonomías en nuestro País y en otros de Regiones. Si el aislamiento social funciona no nos quedará otra que practicar a la suma potencia.
Los Premios de la Princesa de Asturias en su cuarenta aniversario no han olvidado la pandemia y han sido muy emotivos, los sanitarios nos han llegado más pero el resto no se quedaron relegados,el deporte animando a los soñadores,las organizaciones apoyando al mundo,el arte,la música,la escritura como gracia que va y viene de unos a otros fueron expresados con palabras irrepetibles. Las matemáticas son los que son y la economia de mercados más humanos hará lo que se pueda por un mundo mejor en que las oportunidades se vayan acercando cada vez más a todos.
De momento evitaremos el confinamiento y mantendremos las distancias en nuestro día a día evitando cometer errores y confiando en la suerte de nuestros destinos.
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