miércoles, 27 de mayo de 2020

Capítulo XLIII:Me disgusta ir al trabajo

  El desconfinamiento ha empezado,el tráfico se nota crecer por días y en la rotonda junto al hospital hoy he olido el combustible,por eso me disgusta ir a trabajar,volvemos a la contaminación de ruido,de olores a diesel quemado.No queda otra que reiniciar la actividad diaria con el precio que tenemos que pagar nos guste o no.

  Del trabajo no puedo dar detalles,es un trabajo para zumbados,se lo he oido a un profesional y es entendible si las personas se toman medicamentos para dormirse para siempre o se encuentran con una herida en su abdomen en un arrebato o cuentan cosas increibles de su vidas o les falta el aire y se confunden o en su abstinencia me pide sus muletas para irse a donde no puede ir.La faena ha sido intensa, no más complicada que otros días, un sin parar por las plantas tomando decisiones que se procura sean adecuadas a lo que se espera de uno.

  El confinamiento nos ha engañado,las personas han tenido reparos en acercarse al hospital y ya empiezan a atreverse  no demasiado aún y se complica la demanda de asistencia o se puede complicar en pocos días.Esperamos estar en forma para cumplir con creces lo que se nos demande.

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